martes, enero 08, 2013

Una Mañana Perdida

Distraído entre los recuerdos y la música nueva y vieja que me dice cosas que o entiendo o que entiendo mal e interpreto a mi manera o que a lo mejor entiendo bien, dejo a un lado el trabajo, las escobas y los traperos, los vídeos para editar, las películas y los juegos, para sumergirme en mis pensamientos y tratar de huir del recuerdo de Harry Haller que me asecha por toda la casa tratando de poseerme. Se me termina el tiempo de cambiar al mundo y la presión me lleva a la inacción; cambiar una persona es fácil de verdad, aun más cuando se trata de sis mismo, pero cambiar la inconsciencia colectiva que se ha filtrado por todos los imaginarios sociales es un poco más complejo. Por lo pronto descubro que quemar Palosanto no ayuda a la depresión pero de alguna forma exorciza los demonios. Mientras estoy congelado, ahorro energías para tomar impulso; revaluar y aprender para que el tiempo no sea perdido.





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