jueves, diciembre 01, 2011

La dimensión humana

Hace meses soy prisionero de la dimensión humana de la existencia. No sé por cuanto tiempo más, ni sé si mi tiempo se ha utilizado apropiadamente. No he renunciado a las demás dimensiones de la vida ni a los roles que conlleva estar vivo y ser consciente de estarlo, tampoco he sido seducido ni distraído por el afán consumista de occidente que reduce la existencia a la satisfacción de necesidades generadas por otros para satisfacer su necesidad de dinero; sin embargo si he dedicado gran parte del tiempo de los últimos días a la resolución de problemas humanos, tanto en el trabajo como en las relaciones personales. Alguien podría argumentar que eso es la vida, pero no; pues la vida  es para mi mucho más que lo que veo, es incluso más de lo que puedo llegar a ser.

Si bien las dimensiones espiritual y mental han sido un soporte invaluable para desempeñarme en sociedad, son éstas las que de verdad me importan, y aunque aparente compartir las ficciones de unos y de otros, y utilice esas ficciones para crecer espiritual y mentalmente, sé bien que las ficciones no son el fin si no el camino. Difícil es compartir ésta visión con alguien para quien la vida es "real", para quien los problemas cotidianos definen al ser. Así, en la soledad de mi camino,  seguiré "viviendo" mientras vivo.

jueves, septiembre 22, 2011

Saludo

Hola. Tal vez no me conoces y quizá nunca lo hagas, pero quiero que sepas que soy consciente de tu existencia, de que respiras, duermes y comes. Si así no fuera, no tendría sentido saludarte. Tal vez hay días en que pierdes la fe, otros en los que nada tiene sentido y otros en los que la frágil piel humana es insuficiente para protegernos del mundo que nos rodea. Vivimos en un mundo de apariencias, y la más notoria de todas es que parecemos similares aunque en el fondo seamos distintos desde la química  de nuestro ADN, haciendo de cada uno de nosotros una especie distinta. Otra apariencia que nos subyuga es la de percibir el mundo como nuestro, cuando a la naturaleza, como a los gobiernos, le importan poco los individuos, sólo las estadísticas. Aún así aquí estamos escribiendo y leyendo, disfrutando de nuestra individualidad, unicidad y consciencia, en un mundo propio donde las apariencias se convierten en el mundo mismo. A  ti te saludo hoy, a ese ser que come, duerme y respira, y deseo de corazón que seas feliz mientras lo hagas.

lunes, marzo 07, 2011

Un compromiso

Increiblemente mi amigo Geri es padre. Aveces me da un poco de temor la incompetencia humana para criar hijos, y eso incluye a mis amigos y a mi mismo, sin embargo, siempre hay esperanza, y mucho que agradecer. Agradezco pues a Geri compartir su carta a Maximilano, que demuestra que aún en el fango del nihilismo, surge la flor de la esperanza.

sábado, febrero 12, 2011

Oración

Sin importar cuál sea el tipo de relación con lo sagrado siempre están esas palabras que expresan la necesidad de comunicarme con lo divino, con el todo, de agradecer y algunas veces de pedir. Para mí funciona así, y esa necesidad de espiritualidad trasciende las creencias. Es tan divina la piedra, como el ser vivo, el ser autorealizado, como el rayo o la lluvia. No busco maestros ni doctrinas, ni congregaciones ni pastores. Aún así si sigo rituales, por que el ritual es al menos un forma estándar de agradecer. No lo hago por soledad, ni por necesidad de estandarizar mis creencias, lo hago por que es una forma de las muchas que hay de manifestar que estoy vivo, y agradecido por estarlo.

Doy gracias por la vida y por la consciencia de ella, por tener cosas que no necesito y aún así, tenerlas. Por los alimentos, el aire y por el sueño. Por el sol, por las plantas, por los abrazos y los besos.
Doy gracias por los problemas que tengo y he tenido, aunque desearía un futuro sin problemas. Doy gracias por el Amor, por su presencia tangible aunque incomprensible para los demás. Por el tiempo que tengo y he tenido, y por el que me hace falta. Por las ideas y las construcciones que hecho y haré. Doy gracias sobre todo por la divinidad que me ha sido dada a guardar y por la responsabilidad de hacerla florecer. Finalmente ruego, por que esa divinidad brille en cada ser como una estrella infinita.