viernes, enero 23, 2009

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Enero transcurre como arrastrado por cuadrigas de inmensos corceles azuzados por centuriones prestos a entrar en la batalla, yo estoy en el limbo, como la bola de la ruleta que desconoce la casilla donde terminará, a punto de terminar mi año de vida número treinta y tres.

El último año ha sido tan decisivo como los últimos, pero tener la edad de Cristo tiene un significado especial para los hombres, y como no tenerlo, si Él cambió el mundo en ese lapso de tiempo, no sólo él; Alejandro, Mozart y un manojo de personajes se inscribieron en la história antes de cumplir los treinta y cinco.

miércoles, enero 07, 2009

Desinmortalizado

Al medio día en mi casa, tratando de exprimir cada segundo de vacaciones, la gripa me desarma reduciéndome a un mortal y mi armadura se agrieta permitiendo la filtración de una sobredosis de nostalgia que me embarga. Se llena mi cuarto de canciones tristes y el cielo de lloviznas delgadas e incesantes. Trato de disfrutarlo, pero no consigo llorar, ni siquiera Palestina que llora sangre me conmueve lo suficiente a pesar del indecible dolor que ha de estar sufriendo en estos momentos. Que Dios nos proteja de los males que hemos invocado.

Derechos de autor

La tecnología actual nos provee de un poder que antes no teníamos: el acceso indiscriminado a la información y a las obras de la humanidad: Fotos, libros, juegos, música, películas y software se pueden adquirir a un clic de distancia, o en su defecto con un expendedor acordado a un costo muy bajo; pero lo inquietante de esto es que quien adquiere estas obras generalmente se siente con el derecho de hacerlo, y nunca hay una reflexión ética sobre los derechos del autor, o el productor, (por no hablar de los de los distribuidores, que se lucran con obras ajenas, aumentando excesivamente los costos, los que en muchos casos justifica la piratería). La mayor parte de los cibernautas desconocen que todo el contenido de la red está protegido por derechos de autor, incluso cuando los autores desconozcan sus derechos, y un obrar ético incluye respetar dichos derechos.

Saludo de Inicio de año 2009

Sería otro amanecer alrededor del sol, si fuésemos nosotros el astro luminoso. Supongamos que lo somos, que la vida en el planeta es la única en el universo conocido, que cada uno de nosotros es único e irremplazable en el espacio-tiempo de los confines del universo, que cada ser vivo es una expresión única de la perfección y que cada una de nuestras obras tiene un sentido de inenarrable grandeza. Que cada parte del inmenso astro nos observa desde la lejanía viendo como cambiamos año tras año como una luz que vale la pena seguir.


Si cada segundo de nuestra vida es el sentido mismo de la existencia, vale la pena atragantarse con bonitas experiencias, y derrochar el tiempo en felicidades; vivir como si fuesemos eternos pero con un sólo instante para disfrutar. Ese es mi deseo para todos los receptores de este mensaje en este año recien nacido y en los futuros.