jueves, diciembre 31, 2009

Saludo de fin de año 2009

Un cielo azul cubre la ciudad, que normalmente se acostumbra a los cielos grises de diciembre. Un cielo azul que resultaba de buen presagio para los antiguos navegantes que viajaban con ayuda de las estrellas, o para los pilotos de avión que evaden las tormentas. Un cielo azul significa la posibilidad de cumplir metas, la disminución de obstáculos, la claridad y la energía.

Claro que también existen quienes disfrutan de un cielo gris y de un clima frío y refrescante, también los que aman las nubes y les sugieren formas, y los que aman las lluvias que bañan las cosechas y bautizan las plantas.

Hay tantos cielos como mentes que los ven, por eso sin importar cual tipo de cielo sea el de preferencia, deseo que el próximo año cada quien tenga todos los cielos que desee en cada aspecto de la vida.
Abrazos y feliz año.

viernes, octubre 09, 2009

Sobre el egoísmo

Las pautas eurocéntricas con que hemos sido programados desde la cuna nos víctimizan en un grado menor o mayor con el mismo dilema: el equilibrio entre el individuo y el mundo espiritual. Para muchos el dilema se resuelve a través de la castración de la vida espiritual utilizando una perspectiva radicalmente atea; para otros es la religión (generalmente derivada del cristianismo) la que ayuda a balancear el desequilibrio, o simplemente un modo de vida que acepta la existencia de un Ser Superior, lo que incentiva ciertas aptitudes de comportamiento benéficas para la vida en sociedad.

Para otra culturas, (cada vez más extintas debido al exterminio o la globalización), dicho dilema nunca ha existido, pues reconocen como algo natural que el cuerpo y el espíritu son caras distintas de la misma moneda. Para estas culturas (Por ejemplo China o tribus de la Amazonía) al tratar enfermedades del espíritu se cura el cuerpo y viceversa; y al tener todos espíritu, se conforma entre todos un Gran Espíritu, cual células de un mismo cuerpo, de manera que el sacrificio individual en pos de otro no sólo es bueno, sino también necesario para el contexto global. El ejemplo histórico más notorio de dicha visión del mundo, es la figura de Jesús que, de acuerdo a la doctrina católica, hizo el sacrificio espiritual más grande conocido al dar su vida por redimir los pecados de el resto de la humanidad, sacrificio que carece de sentido si se contempla desde un punto de vista científico o material.

Pienso que uno de los logros más significativos de la cultura occidental, incluso más que el método científico, es el reconocimiento de la persona humana y la formalización de sus derechos a través de la declaración universal de los derechos del hombre, pues nos libera del estatus de ser simples miembros de la colmena para reconocer que cada uno de nosotros es un universo único y valioso, no sujeto a los caprichos de otro. El problema es que nos hemos excedido en nuestras diferencias, y el poder, la riqueza, los lujos, la fama, o el conocimiento, dejan de ser dones para convertirse en diferenciadores, que atesoramos en vez de compartirlos, aún a costa del resto del planeta, sin importar si somos o no uno con él.

domingo, septiembre 13, 2009

Sobre la honestidad

Muchos de nosotros hemos crecido dentro de una cultura de en la que la deshonestidad es implícitamente permitida como algo socialmente aceptable, aunque legalmente condenable. Es así como muchos saben de casos de corrupción en los que algunos se niegan a denunciar a sabiendas de no ser escuchados, otros por temor de sufrir los perjuicios de sus denuncias y otros buscando el beneficio propio. Más son comunes otros casos de deshonestidad más sutiles, que por ignorancia se cometen a diario y consisten en la violación de los derechos de los demás; un ejemplo vívido es la violación del derecho de autor.

La honestidad, al igual que la bondad, debería ser ante todo una política de vida, no sólo un medio para buscar recompensa, y la actitud honesta debe estar presente siempre, aún cuando nadie nos ve. Por ejemplo, es posible que Bill Gates, Steven Spielberg o García Marquez no necesiten el dinero que les aportamos al comprar software, películas, o libros; pero por engendrar sus productos, adquiren varios derechos (inviolables, por lo tanto) que no se deben pasar por alto, uno de ellos es el derecho a usufructuar sus obras; derecho contra el cual atenta la piratería. Claro, tambień estan en su derecho de no cobrar por las obras donandolas al dominio público, o ofrecerlas mediante un esquema de licenciamiento distinto al tradicional, pero precisamente por eso es un derecho.

Si no sólo actuamos correctamente cuando somos observados o castigados, significa que somos incapaces de autoregularnos. Si no no hay autoregulación estamos justificando la existencia de estado opresor que nos regule, alejándonos de la utopía del anarquismo.


lunes, septiembre 07, 2009

De ropajes y ecuaciones

Asomados tras el limpio cristal de centro comercial miran los ojos inertes del maniquí que luce los vestidos de la colección anterior junto con un letrero de saldos. A su lado, otro maniquí luce las prendas de la colección actual, tres veces más costosas, tres veces más nuevas.

Quienes opten por la colección de moda, desearán parecer como lo hace la mayoría, ser uno más del grupo, una ficha que se integra en el rompecabezas de la desintegración de la personalidad. otros, a riesgo de ser juzgadas o excluidas del grupo, optarán por la colección anterior, que si bien más económica, les permitirá camuflarse de los juicios colectivos por el tiempo de la duración de la prenda. Y finalmente están aquellos que optarán por ir a un almacén menos lujoso, donde verán las misma colecciones o similares, de la misma calidad, pero sin la marquilla que vale tres veces más que la prenda.

Lo que muchos pasamos por alto al momento de hacer las compras, es que el dinero con que pagamos es el producto de nuestro trabajo; del tiempo que hemos dejado de vivir para nosotros mismos, para intercambiarlo por dinero a las empresas para las que trabajamos. Es decir intercambiamos tiempo por bienes. El tiempo que dejamos de estar con familias, amigos o diversión. Si se tomara esa variable en la ecuación del consumismo, ¿el resultado sería el mismo?

viernes, agosto 28, 2009

De la consumación del las ideas al consumismo

Tras cerrar los ojos un instante y abrirlos nuevamente, aparece frente a nosotros una visión imposible diez mil años antes: la evolución de las herramientas convertidas en instrumentos cotidianos, en el producto de la colonia humana. Me concentro en el monitor, en su logotipo, en su material, en la pantalla compuesta por miles de pixeles, que a su vez forman símbolos e imágenes, diseños y formas aparentemente abstractas, pero coherentes para el ojo occidental; y ahondando más, está la tecnología electrónica que se construye hasta el nivel molecular, sirviendo de base al software que a la vez está formado por capas y más capas de abstracciones. Todo cuanto vemos, sea nuevo o no, ha sido construido por otro humano con intención. Cada cosa tiene una historia y un significado para su gestor, lo cual habría de darle un sentido menos utilitarista, pero que se pierde por la fuerza de la costumbre de la observación, o por el apabullante aglutinaniento de objetos en que vivimos inmersos.

La historia de la cultura puede ser vista desde el punto de vista de la historia de las ideas, y cada objeto condensa la evolución de muchas ideas a través de la línea de tiempo. Debido a que ahora generamos más información que hace un siglo, como consecuencia generamos más ideas, por ende más objetos para realizar nuestras ideas. Pero ya no producimos ideas, tanto por el placer de hacer, como por el placer de tener, los objetos pasan a un segundo plano, y las ideas que los "halitan" a un tercero, de manera que nos enredamos inconscientemente en un juego eterno de vender y comprar, hasta que no hayan recursos para hacer objetos para plasmar las ideas.


jueves, agosto 20, 2009

Cuesta abajo, contracorriente

Poco falta para terminar la más grande obra de ingeniería que el destino me haya deparado hasta el momento. Satisfecho y cansado comienzo a retomar las palabras, que por alguna razón se tornan huidizas cuando las abstracciones inundan mi cerebro, en el cual las artes viejas y las nuevas se niegan a convivir.

Tras ver la transformación del mundo en mi ausencia, del fondo de la memoria brotan, pesados como burbujas de pantano, recuerdos de películas incontables en las cuales alguien mayor le dice a un joven: "Tu vida apenas comienza", mitigando con la falacia el dolor de crecer o justificando la ignorancia del joven. Pues bien, todos sabemos que la edad no es necesariamente síntoma de experiencia, como lo demostramos al aumentar la estatura.



No nos espera un final feliz ni uno triste. No hay que esperar al final, ni a empezar a vivir, ni a ahorrar suficiente para ser feliz, ni pensionarse, ni tener familia e hijos, ni bienes, ni lujos. No hay que esperar. Hace tiempo comenzó esta carrera, y si aún aguardamos tras la ventana para empezar a correr, tal vez se nos haga tarde. Tambień yo he esperado demasiado y ahora me siento sobreentrenado para un mundo que no me necesita. No importa, aún es tiempo. Ya me calcé los tenis. Quien llege de último paga las cervezas.

lunes, abril 13, 2009

Tratando de reincidir

En este mundo el tictactaceo de los relojes no da espera, ni para los que no saben que hacer con su tiempo, ni para los que escuchamos cada segundo lentamente. El tiempo nunca pasa sin consecuencias y aunque un blog permanezca estático, su autor, aún muerto, sigue generando dinamismo, cual quiera que sea su estado. En mi egoísmo no he compartido un montón de ideas que quisiera y mi ausencia ha espantado como fantasma a los botes que solían encallar en esta isla.

viernes, enero 23, 2009

33

Enero transcurre como arrastrado por cuadrigas de inmensos corceles azuzados por centuriones prestos a entrar en la batalla, yo estoy en el limbo, como la bola de la ruleta que desconoce la casilla donde terminará, a punto de terminar mi año de vida número treinta y tres.

El último año ha sido tan decisivo como los últimos, pero tener la edad de Cristo tiene un significado especial para los hombres, y como no tenerlo, si Él cambió el mundo en ese lapso de tiempo, no sólo él; Alejandro, Mozart y un manojo de personajes se inscribieron en la história antes de cumplir los treinta y cinco.

miércoles, enero 07, 2009

Desinmortalizado

Al medio día en mi casa, tratando de exprimir cada segundo de vacaciones, la gripa me desarma reduciéndome a un mortal y mi armadura se agrieta permitiendo la filtración de una sobredosis de nostalgia que me embarga. Se llena mi cuarto de canciones tristes y el cielo de lloviznas delgadas e incesantes. Trato de disfrutarlo, pero no consigo llorar, ni siquiera Palestina que llora sangre me conmueve lo suficiente a pesar del indecible dolor que ha de estar sufriendo en estos momentos. Que Dios nos proteja de los males que hemos invocado.

Derechos de autor

La tecnología actual nos provee de un poder que antes no teníamos: el acceso indiscriminado a la información y a las obras de la humanidad: Fotos, libros, juegos, música, películas y software se pueden adquirir a un clic de distancia, o en su defecto con un expendedor acordado a un costo muy bajo; pero lo inquietante de esto es que quien adquiere estas obras generalmente se siente con el derecho de hacerlo, y nunca hay una reflexión ética sobre los derechos del autor, o el productor, (por no hablar de los de los distribuidores, que se lucran con obras ajenas, aumentando excesivamente los costos, los que en muchos casos justifica la piratería). La mayor parte de los cibernautas desconocen que todo el contenido de la red está protegido por derechos de autor, incluso cuando los autores desconozcan sus derechos, y un obrar ético incluye respetar dichos derechos.

Saludo de Inicio de año 2009

Sería otro amanecer alrededor del sol, si fuésemos nosotros el astro luminoso. Supongamos que lo somos, que la vida en el planeta es la única en el universo conocido, que cada uno de nosotros es único e irremplazable en el espacio-tiempo de los confines del universo, que cada ser vivo es una expresión única de la perfección y que cada una de nuestras obras tiene un sentido de inenarrable grandeza. Que cada parte del inmenso astro nos observa desde la lejanía viendo como cambiamos año tras año como una luz que vale la pena seguir.


Si cada segundo de nuestra vida es el sentido mismo de la existencia, vale la pena atragantarse con bonitas experiencias, y derrochar el tiempo en felicidades; vivir como si fuesemos eternos pero con un sólo instante para disfrutar. Ese es mi deseo para todos los receptores de este mensaje en este año recien nacido y en los futuros.