Hoy desperté con el aleteo cadencioso de la gripa aviar, el breve zumbido de la muerte traído por la vida. De repente las aves cesaron su vuelo y fueron exterminadas con balas y veneno, y fueron incineradas, enterradas, cubiertas con lozas de concréto y rociadas con sal para que nunca más naciesen. Para no pensar, lo mejor es trabajar.
1 comentario:
Cuando chica , había un sr ya mayor , que al pasar , siempre nos decía " la vida es trabajar " yo pensaba , no , también hay otras cosas , hoy me doy cuenta que
" la vida es trabajar "
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