martes, febrero 28, 2006

Mañana de caballería

Martes en la mañana fría, y tras el plácido sueño reparador me preparo para tomar el baño fortificate de aguas gélidas para luego vestir las armaduras que me ayudarán a enfrentar los dragones que el destino me designe. No tengo rey a quién servir, ni docella a la cual defender. Sólo soy un caballero errante que nunca despierta antes del alba, exiliado de su reino, amante de la soledad, seguidor del viejo código que ya nadie recuerda. Tal es la senda que mi Señor pone ante mí hoy, mañana, sólo Él sabe que parajes he de recorrer.

1 comentario:

: ) dijo...

Que forma de decifrar !!
Primera visita y será seguido !